QUIJANO es velado por todo ALICANTE
CAPÍTULO 6. TERMINADO EL MAUSOLEO, DOS AÑOS DESPUÉS, Y VENCIDA LA EPIDEMIA DEL CÓLERA, EL PUEBLO SE ECHA A LA CALLE PARA RENDIRLE HONENAJE.
«Este político vasco tomó posesión del cargo de gobernador civil de Alicante el 22 de Agosto de 1854. Coordinó la asistencia sanitaria, instituyó por 1ª vez las guardias médicas nocturnas, repartiendo medicinas y víveres gratis a fondo del erario público. Promovió actos festivos que levantarán el ánimo de la población y actos religiosos. Él mismo se contagio en Monforte y murió sin llegar a estar 25 días en su cargo. Fue amado intensamente por alicantinos de toda la Provincia de Alicante. Dos años después de su muerte, aún lloraron su pérdida en la celebración de una vigilia y brillante ceremonia. El pueblo costeó su mausoleo y un libro en su honor.
El 15 de septiembre de 1857 a las cinco de la tarde se cantó en la iglesia San Nicolás una vigilia, a la cual asistió una numerosa concurrencia: por la noche se veló el cadáver en la capilla del cementerio, y el día 16 desde las primeras horas, se celebraron en su sufragio en todas las iglesias de la capital.A las ocho y media de la mañana se colocó el féretro a presencia de una comisión del municipio, en un carruaje particular, que le condujo hasta la puerta de San Francisco, en donde se trasladó a un magnífico carro fúnebre, preparado al efecto.
Allí le esperaba un inmenso pueblo y la comitiva oficial que debía conducir el cadáver hasta el templo, la cual recorrió las calles del tránsito en´este orden: delante marchaba un piquete de la guardia civil de caballería, tras el cual iban todos los acogidos de los establecimientos piadosos con antorchas encendidas: inmediatamente seguían ambos cabildos precediendo al carro fúnebre, detrás del cual, la comisión encargada de dirigir aquella solemnidad, conducía en una bandeja de plata el acta de la ceremonia y la llave de la urna: la presidencia la ocupaban el Sr Gobernador de la provincia D. José María Palarea y el Excelentísimo ayuntamiento, con su banda de música, tras el cual desfilaban los convidados, un piquete militar y los carruages* al respecto.
En la nave de la colegiata se elevaba un magnífico catafalco y allí fue colocada la caja canándose acto contínuo una solemne misa de requiem y pronunciándose por el Sr, Abad Francisco Penlva una oración fúnebre elocuentísima.
Por la tarde a las cinco, reunidos de nuevo los convidados, y en el mismo orden que por la mañana fue conducido el féretro desde el templo al mausoleo….
Al terminar la fúnebre ceremonia se sortearon seis dotes de quinientos reales cada uno, para otras tantas huérfanas.
El gobernador de la provincia, que promovió tan filantrópico pensamiento, y el municipio que lo acogió con entusiasmo, suplieron por partes iguales la suma destinada a esta obra de caridad.
El mausoleo fue costeado por el pueblo de Alicante.
Soy un familiar de Anselmo Corrales y me gustaria saber si está enterrado aquí. Era un personaje ilustre. Muchas gracias.