AUTONOMÍA E IMAGEN
Alarte no vuela solo. «No había nada que negociar»
Información 16-11-2008
Jorge Alarte, nuevo responsable del PSPV, tenía una oportunidad clara de empezar
a forjar un liderazgo orgánico en los congresos de constitución de las nuevas estructuras provinciales. Opción que, de momento, no ha sabido aprovechar. En Valencia colocó a Carmen Martínez, una de sus más fieles colaboradoras, al frente de la secretaría pero, no logró integrar a los sectores que respaldaron a Puig en el congreso y la ejecutiva tuvo un rechazo cercano al 40%. En el congreso de Castellón ha tenido que transigir ante la mayoría del primer edil de Morella con Francesc Colomer, alcalde de Benicàssim. Y el de Alicante, a una semana vista de su celebración, ha servido para constatar su falta de autonomía y la dependencia que Alarte tiene de la secretaria federal de Organización, Leire Pajín, y del grupo de fieles que la secunda.
Jorge Alarte, de hecho, no ha tenido más remedio que intentar forzar la retirada de la alcaldesa de Guardamar, Marylène Albentosa, -la candidata con la que simpatizaba el líder de los socialistas valencianos- para acceder a los deseos de Pajín y proponer a Ana Barceló, primera edil de Sax, para liderar el partido. El respaldo de la familia Pajín a Barceló era un secreto a voces desde hace meses. Incluso antes de que se celebrara en septiembre el congreso del PSPV, cuando la plataforma Socialismo y Ciudadanía que impulsaron los partidarios de la secretaria federal de Organización todavía no se había postulado a favor de Jorge Alarte, desde las filas de los seguidores de la número tres del PSOE ya se había lanzado el nombre de Barceló -a la que luego colocaron en una secretaría de la dirección del
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