Las posibilidades de sobrevivir: Vanesa
Una joven en paro de Elche se beneficia de un plan que transforma hipotecas en alquileres
La joven Vanesa B., beneficiaria del plan de Caixa Catalunya, ayer por la tarde, en una cafetería de Elche con su hija en brazos.
Inicialmente, Vanesa y su esposo tenían que hacer frente a pagos de 450 euros mensuales en concepto de hipoteca, aunque finalmente pagaban cantidades más cercanas a los 700. Su marido, por su parte, también trabajaba, pese a lo que nunca llegaron económicamente sobrados a final de mes, sino que «vivíamos ahogados», como afirmó ayer a LAS PROVINCIAS la propia Vanesa. Pagaban la hipoteca, luz, agua, gas, comida, y poco más. Tal vez algún capricho de vez en cuando.
Sin embargo, hace 14 meses -poco antes de que Vanesa se quedara sin trabajo-, la relación con su marido tocó a su fin y ambos se divorciaron. De común acuerdo, Vanesa y su marido decidieron no vivir juntos, quedándose ella con el piso y con la custodia de su hija. Pero, con Vanesa sin trabajo y sin el sueldo de su marido, el pago de la hipoteca se complicaba, hasta el punto de rozar el embargo del inmueble por parte de Caixa Catalunya.
El marido de Vanesa fue quien escuchó la posible solución para el piso y se lo comentó a su ex mujer. «Él tuvo interés en que nuestra hija y yo estuviéramos bien», afirma Vanesa. Es más, ambos acudieron a la entidad a informarse, contaron su caso y la financiera no puso problemas tras estudiarlo.
Mala situación
Ahora, Vanesa pagará 375 euros durante los próximos cinco años como alquiler de una vivienda cuya titularidad ha cambiado de manos. Un dinero que reúne a duras penas gracias a sus hermanos. Una vez transcurrido este plazo, el nuevo propietario tendrá la última palabra si Vanesa no puede ejercer la opción de compra que tiene sobre su piso. Algo que no tiene claro tras seis meses en paro y sin encontrar trabajo, pese a que no ha dejado de buscarlo. En la provincia de Alicante, Caixa Catalunya estudio cuatro casos similares al de Vanesa.
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