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El Futurismo y las verdades naturales de Alicante como líneas de fuerza

sábado, septiembre 29, 2007 Deja un comentario

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Una de las ideas básicas del futurismo la descubrimos, en la estructura apoyada en lo que denominaban «líneas – fuerza». Observaban y trasladaban a sus trabajos estas líneas – fuera lo mismo al pintar, de modo, digamos, desarrollado, el movimiento de un caballo a la carrera (que no tiene cuatro patas, sino veinte), que un simple rostro, que podría parecer quieto, pero el cual, afirmaban, nunca está inmóvil. Íntimamente relacionado con esto está la constante transformación de todas las cosas y la necesidad de que la pintura sea una síntesis de «lo que uno recuerda» y de lo «que uno ve». Su visión, según Romero Brest, respondía «a una concepción estructuralista, según la cual el todo no es igual a la suma de las partes».«El gesto, la actitud que nosotros queremos reproducir sobre el lienzo no será un instante fijo` del dinamismo universal. Será sencillamente la propia ´sensación dinámica de sus fuerzas. Los futuristas oponían el movimiento y con él «la simultaneidad de los estados del alma».

Esta foto deslinda la imaginación. Podríamos amontonar sus piezas: una luminosa mañana de fiesta, hermosas y altivas palmeras oteadoras del puerto. Fluctuantes y largas ramas en arcos. Luces y sombras en zizag por el suelo. De lo alto, toldos blancos bajados para acunar cafeterías y bares en sombras. Aromas de café, pescaditos, cerveza y papas fritas. Pipas y panchitos en un paseo en equilibrio de espacio y ocupantes.. Colores, voces y gritos de niños entremezclados con reflejos del sol. Un cielo azulón caído en el mar como brillante verde cristal . Enfrente de la fotografía, un puerto con barcas de pescadores cabeceantes en su orilla – grandes, pequeñas y medianas-. Ondas de colores en el agua, pececillos, burbujas y migas de pan de niños. Transeúntes acalorados por el sol invernal con chaquetones en los brazos. Una onda del mar contra el muro del puerto, asciende y salpica. Tal vez el perfume de jazmín de una mujer y un fluir de palabras. Es un tiempo de «decires»…Y entonces llega ella: la gran locomotora, como un paseante tranquilo más, por la orilla. Hay una mágica simbiosis del espíritu de varios animales: en su pesada coraza negra: jirafa, cangrejo, tortuga, rinoceronte, serpiente… Su chimenea exhala una deliciosa nube blanca. Su férreo engranaje férreo resopla….casi ocultado por el intenso pitido del maquinista. ¡Es Alicante!, dice el corazón……Sólo es una estampa de un Alicante, repetida en su provincia, que necesitaba mucho desarrollo, pero que aún no había hipotecado su identidad por especulación urbanística, por ansia de poder,…..

La descripción de Alicante: pueblo sencillo, hospitalario, marinero se diluye como la tinta en el agua de la lluvia. En Alicante el todo no es igual a la suma de las partes, es cada una de esas cosas sencillas que lo conforman si están integradas en un todo equilibrado. No vale hacer y romper. Romper una parte y a cambio una contraoferta, de algo que es propio derecho natural. Crear un fin y destrozarlo con un » proceso». Construir y anular con un «manchón»

Por ello, sería bueno que dijéramos como los futuristas «la actitud que queremos reproducir….. Será sencillamente la propia “sensación dinámica” Alicante es dinámica , como un Bien para los sentidos, por las líneas de fuerza de sus Verdades Naturales. Verdades Naturales en el puerto, Verdades naturales en los barrios, Verdades naturales en las zonas de ocio para ancianos y niños, Verdades Naturales en nuestros paisajes, recursos y realidad cultural, etc,….. Los futuristas oponían el movimiento y con él «la simultaneidad de los estados del alma».Aquí el movimiento es un confluir de verdades naturales, de esencias que provocan «la simultaneidad de los estados del alma».